Primeros escritos VI

I

He pasado hoy la noche en vela,

porque no quiero sufrir con mi agonía.

Que empieza al terminar el día,

cuando me acompañan la noche y la poesía.

II

El sueño es el que está acabando con mi vida,

porque cuando sueño, me encuentro yo contigo.

Y al despertarme y no encontrarte,

siento morir, por no tenerte aquí conmigo.

III

Un sentimiento de dolor me sobrecoge,

porque sólo contigo, me siento yo seguro.

Por eso esta noche no he dormido,

por miedo de dormirme y de soñarte.

IV

No quiero dormir en esta noche,

aunque los grillos me hacen compañía;

por eso, saqué papel y lápiz,

y me puse a volar con mi poesía.

V

He visitado a las estrellas y a la luna

en la plateada cola de un cometa.

Y cuando está por despuntar el día,

regreso con mis versos, mi pasión y mi poesía.

VI

Y de vuelta, a pelearme con el sueño,

porque cuando sueño, solo sueño yo contigo.

Y cuando en medio de la noche me despierto,

yo me muero, por no encontrarte aquí conmigo.

VII

A la madrugada, le hablé yo sin censura,

y le conté que contigo había yo estado.

Y que las horas mas felices de mi vida,

las he pasado, tan solo yo contigo.

Primeros escritos V

I

No me pida algo que no puedo darle,

como expresarle mi amor con mi poesía.

Si tan sólo la uso yo para escaparme,

de las cosas más reales de esta vida.

II

No me pida que le muestre yo mis versos,

cuando son una mera fantasía,

una ilusión que mi alma desearía.

Pero nada puedo yo enseñarle, si su existencia misma, ya es poesía...

III

No me pida que le cante con mis versos,

pues sería dejar abierta mi guarida,

y yo quisiera que entrara usted en ella,

pero acabaría por completo con mi vida.

IV

No me pida los poemas que un día,

yo escribiera al lado de la aurora.

Y si insiste, en pedirme usted mis coplas,

le diré: ¿Por qué? Si nunca, un solo día, fue usted mía…

Primeros escritos IV

I

Quiero llorar, pero no puedo.

porque algo, aquí dentro me lo impide.

Y no es llorar una simple cobardía,

sino una muestra de pasión, que el corazón envía.

II

El callarme me hace daño,

el no decirle lo que siento por usted.

Sin pensar, que tal vez aceptaría,

más no lo digo por temor a represión.

III

De mi boca no han salido estas palabras:

Me gustas, te amo y cosas así.

Que tal vez me atrevería yo a decirle,

si tan solo contestara usted que si.

IV

Yo quisiera ver volar estas palabras,

cuando un día, yo tenga su atención.

Y sin saber como enfrentarla,

le diré lo que guardado, está en mi corazón.

V

En mi mente  he creado otro mundo,

en el que todo gira alrededor de usted,

y este mundo no quiero yo dejarlo,

porque yo, solo, me siento sin usted.

VI

Una ilusión he creado aquí en mi mente,

un mundo donde solo hay alegría,

y no podrá escaparse de este mundo,

porque le ha hecho una prisión mi fantasía.

Primeros escritos III

I

Cuando era una semilla

en tus manos fui a caer,

porque yo tu voz oía

aunque no te podía ver.

II

Poco a poco fui creciendo

y el sol  vi yo alumbrar,

cuando vi tu linda cara,

a mis botones asomar.

III

Mi amor por ti crecía,

aumentando cada día.

Al igual que tu belleza,

Que crecía día a día.

IV

Cuando fui una bella rosa,

fue muy tarde para mí.

el sentido de mi vida

yo muy tarde comprendí.

V

Adornar tu linda cara

con mi flor quisiste tú,

y una hermosa mañana,

mi  flor cortaste tú.

VI

Y mientras vivas

deberás tú recordar:

que la culpa será tuya,

pero el dolor, mío será.

VII

Por ella nací, por ella vivo,

por ella muero y por ella he de morir.

¿Por qué la razón de mi vida yo muy tarde comprendí?

¡Que para aumentar tu belleza, debía yo morir!

Primeros escritos II

Como una 

vela eterna 

que su llama 

nunca apaga, 

así quiero yo adorarte 

y a tu lado 

siempre estar.

Primeros escritos I

I

Desde hace mucho tiempo

me he puesto a pensar,

¿Qué es lo que en este mundo

a mi alma hace estar?

II

Cuando apenas me doy cuenta

que sin ti no puedo estar,

y si tú no estás conmigo...

No lo quiero ni pensar.

III

Desde hace mucho tiempo

algo mana de mi ser.

Como una llama ardiente

que me hace estremecer.

IV

Cuando apenas me doy cuenta

(la razón de mi existir),

que me haces tanta falta,

y sin, ti siento morir.

Te siento con mis labios.

Sentí tus besos en el aire,

arremolinados en el viento.

Cerré los ojos, sentí tus brazos

y tus abrazos.

Oí tu risa, vi tu silueta,

y de tu nombre, vi cada letra.

Sentí tu aroma, como flotando,

con tu recuerdo voy divagando.

Con este frío, en el vacío,

así me dejas, en este olvido.

Cada segundo y cada instante,

no puedo menos que recordarte.

Entre las sombras, en el vacío,

sentí en tus labios, sabor a olvido.