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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Guitar SOUL

Se desprendieron de mi guitarra,
historias tristes, jamás contadas.

Con sus tañidos se comprendía,
había en ella, melancolía.

Suaves mis dedos, se deslizaban,
las cuerdas tristes, su llanto alzaban.

Mi guitarra, me comprendía,
ella sabía, que te quería.

La ultima nota, se desprendía,
en el aire, triste se oía,
un llanto amargo, que provenía,
o de su alma, o de la mía.

Mi guitarra, triste lloraba,
era mi historia, la que contaba.

Ella tenía, yo no sabía,
un alma propia, que un día fue mía...



Para ti, amor prohibido.
Para ti, sueño restringido.

Para ti, las largas horas.
Para ti, las frases probas.

Recibe de mi, amor sincero.
Recibe de mi, este Te Quiero.

martes, 25 de diciembre de 2012

Un cuento paralelo de navidad.

Cuando has pasado la navidad en un hospital, cuando has perdido a un ser querido en esas fechas, comprendes que la navidad es realmente un día normal. 
Un día común y corriente. Donde personas nacen, y personas mueren.

Se despertó ese día, era un día como cualquier otro. Era la víspera de navidad.
Bajo a desayunar; los gritos empezaban a escucharse provenientes de la cocina.
-Gritos en la mañana. Vaya si no era un día normal.- Pensó.
Se preparó su desayuno sin que nadie le pusiera atención. Los gritos continuaban. El volumen de aquellos gritos era ensordecedor.
Le dolían los oídos. Sentía una sensación punzante a causa de aquellos gritos matutinos. 

Era un día como cualquier otro.

Recordaba plenamente aquellos momentos, algunos años atrás.
Cómo le habría gustado que aquellas personas fuesen sus padres. ¿Por qué no podía simplemente haber sido adoptado?
Era una pregunta que solía hacerse frecuentemente.

Y allí estaba, en un día de navidad, en un hospital, viendo transcurrir el tiempo en un reloj de pared, ese reloj que parecía ralentizar el tiempo.

El tiempo transcurría lentamente. Vaya si no.

Una luz se iluminó en los indicadores de la central de enfermeras. Se escucharon gritos y personas que corrían. Trayendo el vehículo de resucitación.
Ya sabes, un carrito donde está instalado el aparato con el que resucitan a las personas cuando acaban de fallecer, haciendo un intento por revivirlas.

El lo había visto venir. Desde que vio aquella luz prenderse, supo que debía esperar lo peor. Parecía que nadie más lo había notado. Solo el.

Abrió lo ojos y allí estaba, de vuelta a la realidad. Los recuerdos habían pasado frente a el; ya sabes que dicen que cuando mueres, todos tus recuerdos pasan frente a ti. 
Eso era lo que le estaba pasando.

Estaba metido en la bañera, con las rodillas pegadas al cuerpo, vestido de negro. 
Podrías suponer que estaría desnudo. Pero no. Todavía tenía un ápice de decencia. No quería que cuando lo encontraran, estuviera desnudo.

Soltó la delgada hoja de afeitar. Cayó haciendo un ligero ruido metálico, suavizado por el agua que corría hacia el desagüe.

Con la vista un tanto borrosa por el agua tibia que caía sobre el, alcanzó a ver su muñeca izquierda.
Una ligera línea color carmesí, de la cual brotaban pequeñas gotas del mismo color, que, cuando caían, se mezclaban con el agua, formando un pequeño remolino de color rojo.

Lo hecho, hecho estaba.

Volvió a cerrar lo ojos. Esperando.

La inefable llegada de la muerte.

-Feliz navidad.- Pensó...

lunes, 24 de diciembre de 2012

Poder soñar y volar en un suspiro... 
En cada suspiro tuyo...
(Aunque no sea por mi)



Abrázame, 
y al mismo tiempo bésame,
y abrásame con tus labios de fuego.


Cobíjame con tu cuerpo, 
cúbreme con tu piel, 
aprisióname entre tus brazos 
y tengamos el sueño más dulce...





Mientra tanto, en mi mundo...

I
El día que no te veo, 
no pasa nada. 
Al menos no en este mundo... 
Pero mi mundo...
Se desmorona.


II
Si no escucho tu voz,
se desvanecen los sonidos,
el viento no sopla,
me falta el aire... 
Ese aire fresco de tu aliento...


III
Me gustaría verte,
en el reflejo del agua...
Tal como en mi mundo...



IV
Solo hay luna,
porque el sol eres tú.
Y no estás inalcanzable en el cielo,
sino caminando alegre y descalza sobre la hierba...


V
Cada verso es una estrella,
 y como parte de mi mundo,
 cada estrella...
 Es tuya. 
Diosa de mi reino. 
Mi eterna Galatea




En ese atardecer de fuego
 vi tu sonrisa en el cielo, 
esperando escuchar una voz que dijera: 
Te quiero...
Ven,
cúbreme en la gloria de tus besos, 
cobíjame con tu cuerpo 
y emanemos nuestro calor 
para hacer un amanecer 
en plena madrugada...

martes, 18 de diciembre de 2012

Extraño tus besos de madrugada,
extraño los besos que antes me dabas.

Extraño las cosas que antes decías,
extraño las cosas que sentir me hacías.

Extraño el mundo que construimos,
extraño lo felices que un día fuimos...
En lenguaje de señas te diré:
Te quiero...

Lo que decirte con mi voz no puedo...


Allende los mares de lejanas tierras, 
llegó en tu búsqueda un alma en pena.

Cual bestia herida se arrastró despacio, 
deseando verte y cumplir su condena. 

Prendado de vos, 
noble hechicera, 
cumplir mi ultimo deseo quisiera.

El toque dulce de tu piel de cielo, 
tu rostro hermoso, tus labios de fuego. 

Concededme esto, bella hechicera
y partiré gustoso a donde el mar no suena. 

Al suave abrazo de la muerte eterna...
Desde el profundo azul del cielo, 
se escuchará en el mundo entero, 
una voz susurrante que dirá: 
Te quiero...

lunes, 17 de diciembre de 2012

Mi Galatea...

Mi Galatea infinita.
Mi etérea Galatea...

Finalmente te has revelado,
finalmente has volteado,
dejándome contemplar tu rostro inmaculado.
Ese rostro, que permanecía oculto tiempo atrás.

En mis sueños te buscaba,
pero nunca te encontraba.

Hoy te he visto, me has mirado,
he contemplado tu semblante, tu hermosa silueta...

Ese rostro...

Era tu rostro.

Mi Galatea, 
eras tú.

Siempre has sido tú...
No quiero extrañarte esta noche.
No porque ya no te quiera...
O porque mi ser no te extrañe.
Tampoco porque no piense en ti...

Sino porque esta noche,
esta noche estarás a mi lado...

domingo, 16 de diciembre de 2012

Despertar

Parecía una noche cualquiera. Observaba el firmamento. El cielo estaba despejado. La luna hacía gala de una mágica belleza. Las estrellas brillaban, dos luceros destacaban.

Se tendió en el prado, como solía hacerlo siempre. Puso sus manos entrelazadas detrás de su cabeza a modo de almohada, cruzó las piernas y se quedó a observar.

Las horas transcurrieron lentamente. De vez en cuando, una nubecilla se atrevía a ponerse en frente de la luna. Una leve brisa soplaba acariciando el pasto.

El rocío perlaba en las flores. La luna, resplandecía. Las diminutas gotas de rocío brillaban por el reflejo de la luna.

De vez en cuando, la brisa desprendía unas gotas del rocío que pendía de las flores. Las mecía.

Cerró los ojos, respiró hondo, y se dejó llenar de aquel aire nocturno. El pasto fresco, humectado por el rocío, las flores; la brisa del viento le llevaba cada uno de aquellos olores.

Exhaló. Suspiró. Bostezó. Se desperezó.

La hora del amanecer se acercaba, podía escuchar a lo lejos el trino de las aves despertándose, saludando al nuevo día.

El sonido de un click le hizo volver a la realidad.

Había sido provocado el interruptor de la luz de la habitación.

La luz lo cegó por un momento. No era el amanecer que el esperaba.

Era la enfermera. Como todas las mañanas. 

Le gustaba imaginar todo aquello.
Lo hacía cada noche. Todas las noches. 
Era el único escape que tenía.
Fuera de las paredes de aquella habitación. 
De aquel pabellón. 
De aquel hospital, de aquella ciudad, de aquel mundo, tan extraño y desconocido.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Quisiera que las letras le llevaran,
lo que siente esta alma enamorada.

Mandarle caricias entre verbos,
y entregarle mi amor con cada verso.

Darle entre palabras un abrazo,
regalarle entre sílabas un beso.

En cada oración un sentimiento,
en cada frase un gran "Te Pienso".

Me gustaría que estas líneas le llevaran,
un "Te Quiero" escondido entre palabras.

Y el final de estos versos susurraran,
un "Te amo", al oído de mi amada.







Locura y pasión desenfrenada,
es lo que sufre esta alma encadenada,
de tu cuerpo y de tu piel enamorada...
Y ser esclavo de tus besos,
besos de chocolate,
esos, por los que mi corazón late...
Tan cerca de ti,
poder respirarte,
incapaz de besarte...

viernes, 14 de diciembre de 2012

Del calor de tus besos, a la llama de tus abrazos,
me llevaste al fuego, al mar ardiente,
de tu piel caliente...

lunes, 10 de diciembre de 2012

Se mezcló la realidad, la fantasía,
en esa noche en que fuiste mía.

Despertamos abrazados,
anonadados, 
sin creer lo que había pasado...

Y de nuevo, vino la realidad...

Tú te fuiste por tu lado,
en silencio.

Con un mal sabor a boca.

Sabor a culpa,
y mucho alcohol...
Si no puedo hablarte,
si no puedo verte,
si no puedo tenerte...

Si voy a perderte...
Prefiero que sea ahora.
Nuestro amor está prohibido,
nuestro amor no es permitido.

Escondiendo nuestro amor,
ocultando lo que sentimos.

Este amor tan diferente,
lo vivimos plenamente.

Ajenos al mundo,
el sentimiento más profundo.

Lo vivimos,
lo sufrimos.

En silencio,
siempre en silencio...

Un ligero atisbo de tus ojos,
una ligera fracción de tu mirada...

Parecía querer decirlo todo,
y al mismo tiempo,
no quería decirme nada...
Después de probar tus labios,
después de deleitarme en el néctar de tu miel...

Todo lo dulce, me sabe mal.
Tu boca, no tiene igual.
Cuando se detiene el mundo,
cuando el amor es profundo;
allá en el éxtasis del mundo.

Cuando nos volvemos uno.
Vos y yo.
Pensando en vos me paso el día,
pensando en vos y sólo en vos.

Porque sos vos la que me guía,
porque sos vos la que me cuida.

Por eso me paso el día,
pensando en vos y sólo en vos.
Onírico, así es nuestro amor.
Onírica, así es nuestra relación.

Porque sólo en mis sueños te veo,
porque sólo en mis sueños te abrazo,
porque sólo en mis sueños te beso,
porque sólo en mis sueños te tengo...

Onírica, así es mi vida sin vos.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El tiempo se detuvo en un instante.
Las agujas del reloj, de pronto dejaron de escucharse.

Sólo los latidos de nuestros corazones agitados
rompían aquel silencio sepulcral.

Allí estábamos,
abrazados, entrelazados,
siendo uno.

Escuchando nuestra respiración entrecortada,
acompasada, a un mismo ritmo.

Al ritmo de nuestros corazones,
de nuestras almas,
de nuestro ser.

Así fue...

Lo que soñé.
Dime si tú también suspiras,
si tu corazón se acelera cuando me miras,
si sientes esas ansias de abrazarme,
y si tus labios también se queman por besarme.
Si tu alma se muere por amarme,
y si tu ser busca intensamente enamorarme.

Dime si tú...

Tan sólo dime,
que sí...
Ardió tu foto, ardió tu nombre.
Y con ello, también lo hizo tu recuerdo.

Las llamas devoraron lentamente aquel papel.
Una flama azul y verde avanzaba lentamente sobre tu rostro, 
devorándolo por completo.

Tu recuerdo se fue borrando lentamente,
las mismas llamas penetraron en mi mente,
borrando uno a uno los momentos
y haciéndome olvidarte por completo.

Sólo cenizas quedaron,
esparcidas en el viento,
olvidadas en el tiempo,
de aquello que fue nuestro.


Sólo déjame quedarme tu retrato,
para tenerlo por el resto de mi vida.

Tu recuerdo será mi compañía,
me dará fuerza a lo largo de mis días.

Sólo déjame quedarme tu retrato,
y solo déjame...

Solo.
Sí, tal vez sólo sea eso.
Tal vez no sea más que eso.

Una ilusión.
Una fantasía.

La que yo vivo día con día,
la que me tiene en la agonía.

Por no volverse realidad.
Quiero saber con qué juego.
Si con hielo o con fuego.

Aunque al final, igual me quemo.
Allí, 
cuando la luna se asome,
cuando el día se vuelva noche,
cuando la primera hoja del otoño caiga,
cuando el cerezo se torne en flor,
cuando del cielo, el primer copo de nieve toque el suelo,
cuando el jilguero entone su primera canción.

Allí.
Quiero estar contigo.
¿Qué sientes tú cuando nos vemos?
¿Qué sientes tú cuando te abrazo?
¿Qué sientes tú cuando te beso?

¿Qué sientes tú?

Nada.

Aún...

domingo, 2 de diciembre de 2012

No quiero dormir,
si no es en tus brazos.

No quiero soñar,
si no es contigo.

No quiero escuchar,
si no es tu voz.

No quiero caricias,
si no son tuyas.

No quiero un beso,
si no es de tus labios.

¿Para qué despertar?
¿Para qué abrir los ojos?
Si tu no estás.

A ti, en quien pienso.
A ti, con quien sueño.

A ti, que me inspiras.
A ti, que te escribo.

A ti, por quien vivo.
A ti, por quien muero.

A ti, sólo a ti.
A quien amo.