Se mezcló la realidad, la fantasía,
en esa noche en que fuiste mía.
Despertamos abrazados,
anonadados,
sin creer lo que había pasado...
Y de nuevo, vino la realidad...
Tú te fuiste por tu lado,
en silencio.
Con un mal sabor a boca.
Sabor a culpa,
y mucho alcohol...
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