I
Un minuto me bastó para perderte,
porque nunca te dije que quería:
Ser el ángel que acompaña tus caminos,
los caminos más hermosos de la vida.
II
Hoy sin ti, me siento yo intranquilo,
porque tú eres la razón de mi poesía.
Y recuerdo, que me juré yo un día,
me juré, que no te perdería.
III
Y no quiero dejar yo este mundo,
porque tan solo quisiera yo cuidarte.
Y esta es la razón de mi agonía,
la razón que está acabando con mi vida.
IV
Hoy quisiera yo acabar con mi existencia,
pues necesito yo curarme de esta herida.
Porque mi vida, sin ti no vale nada,
pues se ha quedado sin amor, y sin poesía.
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