Hoy clamo ante ti,
mi bella ensoñación.
Para ofrecerte
a ti, todo mi amor.
Pues en la vida,
sin ti no puedo estar.
Y en esta isla,
muero de soledad.
Este es tan solo un canto,
un canto de lucha y de dolor;
para calmar esta gran pena,
pues estoy muriéndome de amor.
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